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Los retos de la movilidad rural

En las zonas rurales de Francia, el 70% de los desplazamientos se realizan en coche y el 22% a pie. Esto significa que sólo el 9% de la población rural utiliza el transporte público para sus desplazamientos diarios. Ante estas cifras, cabe preguntarse cuál es el problema.

Los retos de la movilidad rural

Movilidad rural: ¿cuál es el problema?

En Francia, entre 22 y 40 millones de personas viven en zonas rurales (dependiendo de la definición de zona rural). Aunque esta cifra es significativa, hay que reconocer que las malas conexiones de transporte público y la lejanía de los servicios hacen que la población rural sea muy dependiente del vehículo privado. De hecho, en las zonas rurales, todos los desplazamientos se hacen principalmente en coche, ya sea para llevar a los niños al colegio, ir al trabajo, hacer la compra o ir al médico.

Hoy, aunque se han tomado algunas iniciativas en ciertos ámbitos, la alternativa al coche en una zona rural sigue siendo insuficiente o inexistente. Las infraestructuras de transporte propuestas suelen estar perfectamente diseñadas para las grandes ciudades, pero poco adaptadas al campo. Así, casi el 80% del territorio francés no tiene solución para el transporte diario.

Los retos de la movilidad rural

Hoy en día, las zonas rurales son extremadamente dependientes del coche y están sobremotorizadas. Por lo tanto, la movilidad rural se ha convertido en una prioridad política, ya que se trata de una cuestión social, económica y medioambiental.

El acceso a los servicios: una prioridad

Laaccesibilidad a los servicios es un problema importante en las zonas poco pobladas. Por "servicios" de la vida cotidiana entendemos tiendas, escuelas, servicios sanitarios, etc. En las zonas rurales, el tiempo de acceso y la distancia para llegar a estos puntos centrales pueden variar de uno a tres. Sin embargo, esta gran disparidad pone de manifiesto un punto común: los habitantes de las zonas rurales recorren, por término medio, el doble de distancia que los habitantes de las ciudades para ir al trabajo, a una tienda o al médico. Y estas distancias siguen aumentando con el paso de los años en las zonas poco pobladas.

Jóvenes dependientes de otros, ancianos inmóviles

La falta de transporte público en las zonas rurales también repercute en la movilidad de ciertos sectores de la población. Los mayores de 65 años, que constituyen el 23% de la población rural, se ven obligados a quedarse en casa por la pérdida de autonomía y la falta de medios. Así, casi el 30% de ellos sólo sale de su casa una vez a la semana, o incluso menos. Esta obligación de permanecer en casa conduce a la inmovilidad crónica, que tiene un impacto directo en las capacidades físicas, mentales y cognitivas de los ancianos.

Por el contrario, los menores de 25 años (que constituyen el 26% de la población rural) dependen totalmente de otras personas para desplazarse. Tanto si no tienen edad para conducir como si no pueden permitirse un coche, los jóvenes se ven obligados a pedir ayuda a sus familiares en cada viaje por la falta de transporte público.

Una partida presupuestaria demasiado grande

El transporte es un gasto importante, sobre todo cuando se viaja en coche privado. Como hemos visto, en las zonas rurales las distancias que hay que recorrer entre el domicilio y los servicios cotidianos o el trabajo son mucho mayores que en las ciudades. Estos desplazamientos, realizados en coche, generan gastos muy importantes (incluyendo el combustible, el seguro, la depreciación y el mantenimiento del vehículo), que a veces son cuatro veces superiores a los de las zonas urbanas.

Mientras que en la ciudad el abono mensual de transporte público representa sólo una pequeña parte del gasto de un francés, en el campo el presupuesto de transporte puede representar hasta el 20% del gasto de un hogar.

Un impacto medioambiental alarmante

Por último, más allá del impacto en la población, la movilidad rural, centrada esencialmente en el automóvil, tiene consecuencias directas sobre el medio ambiente. Cuando sabemos que el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del transporte, es fácil imaginar el impacto medioambiental del uso masivo de vehículos personales en las zonas rurales.

Movilidad rural: hacia nuevas soluciones

Movilidad rural: hacia nuevas soluciones

Hay una necesidad urgente de nuevas formas de movilidad para los habitantes de las zonas rurales y suburbanas. E incluso si ya existen soluciones en algunas regiones, no están suficientemente desarrolladas y deben ser mejoradas. La ley LOM (Loi d'Orientation sur les Mobilités) hace de esto una prioridad, y propone varias áreas de mejora: 

  • Desarrollar la movilidad compartida: ya sea compartiendo el coche, o haciendo autostop de modo organizado;
  • Facilitar la intermodalidad ;
  • Fomento de los vehículos de bajas emisiones: con la instalación de estaciones de carga para coches eléctricos;
  • Ayudar el uso de la bicicleta: creando carriles bici, ofreciendo aparcamientos seguros, vías verdes o bicicletas eléctricas de autoservicio;
  • Promover el uso del pedibús o velobús para los autobuses escolares;
  • Aumentar el servicio de Transporte a la Demanda: para evitar los trayectos vacíos, el TAD se organiza para optimizar los desplazamientos y satisfacer todas las necesidades.

Padam Mobility se compromete activamente a desarrollar los medios de transporte en las zonas suburbanas y rurales. El Transporte a la Demanda (TAD) es una solución económica, práctica y sencilla para que los usuarios puedan viajar fácilmente.

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